Aquí estamos, el café, tu ausencia y yo, sentados a un costado de la mesita del living, mirando por la ventana, oteando el aire con la esperanza de sentir tu perfume como antesala de tu llegada.
Aquí estoy, mirando a la nada, cerrando los ojos para encontrar tus besos. Tus besos de carmín y miel, tus besos de café y amor. Tus besos que me abrazan y me quieren.
No estás, te llamo y no estás, tu ausencia me aturde. El sabor del café me duele en el pecho, me deja sin aliento. No estás, solo en mis recuerdos, solo el café, tú ausencia y Yo en un sofá vacío y una mesa llena de libros que no pienso volver a abrir, porque ahí está contada nuestra historia.
Mañana espero sentirme a gusto con tu ausencia, tanto que ni la note, tanto que solo prepare café para mí y el adiós sea benévolo con mi pecho.
– Rumil Ciryatan