Después de ti no he podido volver a escribir. Como si mis manos no respondieran a otra orden que la de plasmar la prosa en tu honor.
Después de ti, solo leo y recuerdo. Queda en mi la inercia de un viaje al espacio. El cuerpo en ausencia del alma.
Después de ti ni siquiera me pertenecen los pensamientos. Divago entre lo que fue y pudo ser.
Después de ti queda el remordimiento por la oporunidad perdida, por lo que debí haber hecho y no hice, por la traición al querer ser por el deber ser.
Después de ti no existo. Ahora busco la vida después de la muerte.